Arnau Crosas tomó parte el pasado año en la Marabana. Corredor experimentado, conoció la prueba a través de las redes sociales y no tuvo ninguna duda en planificar sus vacaciones en función de la carrera. Un binomio que recomienda y del que guarda muy buen recuerdo.
¿Como conociste la Marabana?
Hacía tiempo que con mi mujer teníamos ganas de viajar a la capital cubana. Un país con una dilatada cultura musical, una riqueza natural increíble y con una historia detrás, en definitiva, el destino perfecto. Así que cuando a través de las redes sociales descubrí que en la Habana se celebraba un maratón, no tuve ninguna duda en elegir las fechas del viaje para coincidir con la carrera.
¿Cuáles fueron los incentivos principales para afrontar un maratón en el caribe?
Aquellos corredores/as habituales podemos elegir gran multitud de maratones a lo largo del año y en cualquier parte del mundo. Aunque la tendencia habitual es buscar un maratón que te permita realizar una marca determinada y así mejorar tu tiempo, afortunadamente muchos de nosotros también buscamos algo más. En este caso pensé en disfrutar de correr y a la vez poder viajar. Una experiencia diferente que personalmente me gustó mucho y que además pude compartir con mi familia.
Tenía muchas ganas de saber lo que me esperaba y empecé a recopilar información sobre la carrera. Vi que pasaría calor y que habría una humedad elevada, así que esto fue un reto que me motivo. Fue justo lo que buscaba, salir de la zona de confort.
¿Aprovechaste el viaje para hacer turismo?
Totalmente. Como fue mi cuarto maratón aquel año, tras la Zurich Marató de Barcelona, el maratón de París y Empúries tuve claro que planificaría la carrera con calma para aprovechar también el viaje y conocer el país. Además, fui con mi mujer, así que planificamos nuestras vacaciones familiares en función de la prueba. Una vez terminada la prueba, todavía nos quedaban muchos días para continuar con nuestra aventura para disfrutar de este pequeño gran país que es Cuba.
¿Qué motivos les darías a aquellas personas que dudan en participar en el maratón cubano?
Que no me decepcionó en absoluto. Es un ambiente de corredor/a totalmente popular. La organización está a la altura de la prueba. Tenemos que tener en cuenta que Cuba es un país donde los recursos son limitados. Aún así, el participante tiene todo lo que necesita a lo largo de la carrera. Un recorrido a dos vueltas, con salida y llegada enfrente del Capitolio, un circuito ondulado, en el que corres por el emblemático Malecón, la zona del Vedado, hasta el Palacio de los Deportes, pasando por la plaza de la Revolución y Habana Vieja. En definitiva, un recorrido que no deja indiferente a nadie y que te permite disfrutar de toda la esencia de la ciudad.
¿Qué fue lo que más te gusto de la experiencia?
La poca masificación de la prueba. Tener el privilegio de vivir un gran ambiente sin aglomeración de corredores. La sensación única de correr por el Malecón sin tráfico y en la segunda vuelta en algunos momentos, prácticamente solo. Creo que la gente debería experimentar correr un maratón de este tipo, lejos de aglomeraciones. La gente es muy afable, te animan, felicitan y hasta en algún caso quisieron correr a mi lado.
Otra de las cosas que más me gustó fue la felicidad con la que los cubanos participan en la prueba. Es un gran evento en la ciudad y los cubanos, sean o no corredores, participan y corren con lo que tienen. Nada de último modelo de bambas y ropa a la última. Realmente la gente de este país no te deja indiferente.