“Cuba es un país especial y La Marabana un maratón único”
Ronen Dayan es un enamorado de Cuba. Tras visitar la isla en varias ocasiones, cuando supo que se organizaba un maratón pensó que era la excusa ideal para volver de nuevo, esta vez practicando su deporte favorito realizando su cuarto maratón. Natural de la localidad costera de Ashdod (Israel) donde trabaja como operador de grúa en el puerto, ya sueña con su próximo viaje a Cuba.
- ¿Cómo surgió la idea de participar en la Marabana?
Cuba es un país que siempre me ha fascinado. Tras viajar en varias ocasiones a la isla, en uno de mis viajes descubrí que en La Habana se realizaba un maratón, así que pensé que no había excusa para volver, esta vez practicando mi deporte favorito.
- ¿Era tu primer maratón?
No, no, ya había realizado 3 y la Marabana fue mi cuarto maratón. Realmente fue un reto para mí, nunca había realizado un maratón fuera de mi país y me daba un poco de miedo ya que no conocía bien el terreno. El circuito de la Marabana es único, 21km en dos vueltas a través de su Malecón y algunos de los puntos emblemáticos de la Habana. Mi único objetivo era terminar y sobre todo disfrutar de su recorrido.
- ¿Qué le sorprendió más de esta experiencia?
Amo Cuba, es un país extraordinario y poder realizar un maratón recorriendo el Malecón, junto al mar y a pocos metros de automóviles antiguos tan bien conservados, fue algo mágico. La Habana es una ciudad espectacular, enamora.
- ¿Crees que todo el mundo puede hacer un maratón?
Por supuesto, yo empecé hace pocos años y la primera vez que un amigo me dijo que fuera con él a correr, apenas pude hacer unos metros, no podía respirar y casi me desmayo… tan solo cinco años después ya llevaba a mis espaldas 3 maratones. Si además puedes compaginar deporte y turismo, como es mi caso en La Marabana, ya es extraordinario.
- ¿Cuál será tu próximo reto? ¿Volverás a La Marabana?
¡Por supuesto! La verdad es que si puedo pienso volver cada año a Cuba para participar en La Marabana. La preparación de un maratón es dura, pero a mi me ha servido para darme cuenta de que querer es poder, y si me propongo un reto lo puedo conseguir. Un maratón es duro, pero te hace sentir muy fuerte cuando logras el objetivo.
